Estocolmo, sábado 5 octubre del 2024. Con inmensa alegría, entusiasmo, camaradería y fraternidad, el Embajador Guillermo Reyes y su equipo de trabajo  celebraron la jornada del migrante colombiano, en la que asistieron más de 200 connacionales, en este espacio se recordó el valor y la importancia que los migrantes tienen no solo para una humanidad hoy agobiada por el dolor de la guerra y las persecuciones de toda índole, sino en especial aquellos cientos de miles de colombianos que han debido emigrar de nuestra tierra por razones principalmente de la violencia.

El fenómeno del migrante hoy en el Gobierno del Cambio liderado por nuestro Presidente Gustavo Petro, y en la Cancillería Colombiana por el Ministro Luis Gilberto Murillo, ha cobrado una trascendencia innegable, donde los Embajadores y funcionarios diplomáticos han asumido un reto de la mayor envergadura, acercándose a todos aquellos compatriotas que por una u otra razón debieron salir del país y buscar un país o un gobierno que los acogiera, y les permitiera, como lo ha hecho con lujo de detalles, el Reino de Suecia.

Hoy y desde hace un buen tiempo, millones de migrantes están en movimiento alrededor del mundo, no por elección, sino por desesperación, o por buscar la paz y la justicia, por mejores días para ellos o sus familias. Aquellos que han huido por la violencia, por buscar nuevas oportunidades económicas, por los que intentan protegerse y a sus familias, los que buscan paz y esperanza.

En esta inolvidable celebración, llevada a cabo en un hermoso día del otoño de Estocolmo, en el Parque de Stortorpsparken, se tuvo la oportunidad no solo de reunir a nuestra comunidad colombiana asentada en Estocolmo y otras ciudades de Suecia, en un ambiente de alegría, familiar, de un compartir las muestras culturales, musicales y de baile que destaca nuestra colombianidad, sino también de reconocer y exaltar la tarea de algunos compatriotas que luego de años de vida en este país, se han destacado por su trabajo por la comunidad, por ayudar a los migrantes nacionales que llegan buscando paz y seguridad en este país, o por su entrega y compromiso por defender y promover el buen nombre y la imagen de nuestra Patria. 

Pero también, fue la oportunidad de divulgar ante una emotiva comunidad que se congregó en el parque, los logros y ejecutorias alcanzadas en estos nueve meses que van recorridos en este 2024 por parte de la Embajada y el Consulado, haciendo una rendición de cuentas detallada y completa de ellas, como puede leerse al consultar el siguiente QR:

La jornada estuvo llena de actividades que permitieron a los asistentes reconectar con sus raíces y tradiciones. De igual forma, la participación de un público multigeneracional creó un ambiente festivo y comunitario. La diversidad de experiencias contribuyó a la construcción de un espacio acogedor.

Las delicias culinarias de diversas regiones de Colombia fueron representadas en una muestra gastronómica, que ofreció a los asistentes la oportunidad de recordar platillos auténticos de nuestro país.

Los más pequeños participaron en actividades especialmente diseñadas para ellos, como la narración de cuentos infantiles de autores colombianos y un taller de manualidades para la creación de pesebres navideños.

Quedaron momentos muy gratos, donde abrimos nuestras puertas a los migrantes colombianos; les recordamos el compromiso de todos los funcionarios de nuestra Embajada y Consulado por ayudarlos y apoyarlos, y por hacer realidad esa promesa de nuestro Gobierno, de una misión diplomática siempre de puertas abiertas, de servicio y entrega por el bienestar de nuestros connacionales. 

Fue también la oportunidad de intercambiar opiniones y proyectos, de presentarnos y conocernos, de comentarles como se avanza hacia la Cumbre de la Biodiversidad en Cali; de conocer los servicios y actividades culturales que ofrece nuestra Embajada y de hacerlos partícipes de los retos y proyectos en los que venimos trabajando, muy especialmente luego de la reciente visita presidencial.

La iniciativa fue reconocida por sus asistentes como un espacio participativo, donde los colombianos migrantes pudieron recordar sus raíces y tradiciones, y proyectarlas a segundas y terceras generaciones. La combinación de actividades culturales, musicales y gastronómicas permitió al público reflexionar sobre la importancia de mantener vivas las costumbres y valores propios de Colombia, incluso estando lejos de su tierra natal.